Arsenal campeón de la FA Cup 2017. (thefa.com) |
“Es una noche especial para mí”,
reconoció Arsène Wenger tras superar a Chelsea en la final de la FA Cup y no
es para menos. El entrenador más longevo del fútbol inglés en la actualidad,
fue criticado severamente por gran parte de su aficionados en las últimas
temporadas a causa de la frustración por no ver a su equipo en lo más alto de
la Premier y de toda Europa como en los viejos tiempos. Incluso, llegaron a
faltarle el respeto al DT histórico francés, actos que nunca olvidará.
Evidentemente, el campeonato obtenido en Wembley asoma fervientemente como un
sentimiento de alivio y reivindicación a todo el trabajo dedicado de Wenger, y
que probablemente, revele que no le dará el gusto a quienes ya lo quieren
retirar del fútbol profesional.
En las previas del encuentro,
todos confiaban en que Conte superaría a Wenger fácilmente, debido a que
Chelsea llegaba íntegro y motivado tras campeonar en la Premier League;
mientras que Arsenal, en contraste, venía dividido y cuestionado no solo por su
entrenador, sino que a ello había que añadirle una serie de bajas en las que
resaltaba un sancionado Laurent Koscielny y las lesiones de Gabriel Paulista y
Shkodran Mustafi. Sin embargo, el cuestionado Arsène, acertó en esta
oportunidad y de manera categórica en sus decisiones tácticas: ubicó a
Chamberlain como carrilero izquierdo, retrasó a Nacho Monreal en la novel
defensa de tres por el lado izquierdo y dejó
en la banca a Petr Cech para darle entrada al colombiano David Ospina.
El marcador se abrió a cuatro minutos
de iniciado el encuentro con un polémico gol de Alexis Sánchez. El balón
despejado por N’Golo Kanté, impactó en las manos del chileno y terminó
dirigiéndose hacia Aaron Ramsey, que a su vez, estaba en posición adelantada; a
pesar que Ramsey participó de la jugada, no llegó a tocar el esférico y Sánchez
terminó por definir el 1-0. El juez principal Anthony Taylor, consultó con su
asistente y tras unos minutos de desconcierto, terminó por validar el tanto
para los ‘gunners’. Desde entonces, ya era premonitorio que la fortuna estaba
con Wenger y los suyos, esa misma fortuna que en los últimos tiempos lo había
eludido con desdén.
El campeón de la Premier League quedó
desconcertado por este inicio insólito del partido. Chelsea no desarrollaba
cómodamente ese juego que le permitió ser el campeón de Inglaterra e incluso,
Cahill tuvo que aparecer haciendo maniobras, para sacar balones de la línea de
gol y salvarlos de no irse al descanso con un marcador más abultado y en
contra. En el reinicio, Antonio Conte sabía que debía presionar el acelerador
si quería revertir la situación, entonces envió a Cesc Fàbregas en reemplazo de
Matic. Los ‘blues’ salieron con otro temple y empezaron a encontrar espacios,
el ímpetu de Diego Costa ya se hacía notar y generó algunas ocasiones de peligro.
No obstante, todo se complicó más cuando Victor Moses se ganó a pulso la
segunda tarjeta amarilla por fingir una falta dentro del área contraria, el
árbitro esta vez sí fue riguroso y lo mandó a las duchas.
Arsène Wenger disfrutando de la FA Cup. (Foto: elpais.cr) |
Pero en el fútbol nada está dicho
ni sentenciado hasta el pitazo final y en la actualidad, Arsenal es uno de esos
equipos que con tanta ventaja se puede enredar más. Pese a la contrariedad,
Chelsea logró encontrar el empate gracias a Diego Costa, ‘El Lagarto’ es uno de
los delanteros más capaces y tenaz, que incluso con tres defensores a su
alrededor, se las ingenia para perforar el arco contrario.
Aunque la incertidumbre brotaba y
cabía la posibilidad de jugar la prórroga, Arsène Wenger se mantuvo muy seguro
y envió a Olivier Giroud por Danny Welbeck. Al minuto de haber ingresado, el
delantero francés lanzó un centro certero centro desde la izquierda para AaronRamsey, quien llegó plácidamente, sin marca y definiendo cómodamente de cabeza.
La afición estalló en júbilo.
Posterior al segundo gol ‘gunner’,
el coraje y empuje de Diego Costa, eran el estímulo que mantenía al Chelsea
pendiente de poder empatar el partido pero David Ospina fue más. Ese mismo
estímulo se vio finiquitado cuando Conte reemplazó al ‘Lagarto’ por Michy
Batshuayi, sin embargo, no habría novedad. Esta vez, Arsenal se afianzó con el
balón, lo controló y no dejó que Chelsea lo tome ni por un segundo, así decretó
su décimo tercer campeonato en la FA Cup.
0 comentarios:
Publicar un comentario